Orri nagusira / Página principal Diez años de vueltas, divisorias, cañadas y ejes Aurkibidea

MIKEL IRASUEGI


Una mañana cualquiera de hace diez años "¿Con este tiempo vas a ir? Estáis locos,si está jarreando". "Sí, ya sé, pero hemos quedado. A lo mejor dentro de media hora estoy aquí, pero voy a ir". Esta conversación mañanera que luego se repetirá en muchas ocasiones, y la decisión de salir con el tiempo que hiciese sería básico para nuestras salidas, pues en el futuro no habría dudas de que la excursión saldría a pesar de cualquier climatología.

Un primer reto.

No lo he dicho, habíamos quedado para iniciar la Vuelta a Gipuzkoa como idea para salir al monte al menos una vez al mes, en plan de cuadrilla, pero a andar. Llevábamos unos años que por pereza, por no tener un plan definido, por el tiempo o por cualquier otra excusa no salíamos al monte. También es cierto que muchos de nosotros estábamos pasando ese ciclo, que habíamos visto antes también en la Sociedad, de personas que tras casarse y tener familia dejaban, aunque no olvidaban, la afición montañera. Aquel primer día lluvioso, tras coger el topo en Errenteria y esperar en Donosti infructuosamente a José Luis, y después de llamarle por teléfono y darnos plantón con la consabida frasecita de "estáis locos", Tomás, Alito, Inés y el que suscribe estas líneas inician la primera etapa (Donosti-Zarautz). Por cierto, a partir de Mendizorrotz mejoró bastante el tiempo y José Luis se ha arrepentido muchas veces de aquel plantón.

Razones para la continuidad.

La idea fue tomando cuerpo, y muchas veces nos hemos hecho la misma pregunta ¿En qué ha radicado el éxito de estas salidas y su continuidad? Entre las múltiples causas, sin duda se encuentran la importante cantera de aficionados a la montaña y el planteamiento de una serie de propuestas atractivas que han hecho que el grupo se fuera consolidando, pero, además, pensamos que se dieron otra serie de factores. Descubrir que el sábado era el día ideal para estas salidas fue, sin duda, otro de los descubrimientos que ha tenido consecuencias claras para la continuidad en estos diez años en los que a la Vuelta a Gipuzkoa le siguieron la Divisoria de Aguas, la Cañada de los Roncaleses, la Vuelta a Navarra, la Vuelta al Baztán y, últimamente, el Eje Sur. Muchas veces nos hemos repetido la frase "qué bien que hoy es sábado", pero, sobre todo, esos días que por diversos problemas, viajes largos, nieve... nos han dado más de las diez de la noche para cuando hemos regresado a Errenteria. Otro de los temas que han colaborado a que se produzca esta continuidad fue sin duda el plantearnos salir en un fecha fija al mes, que la situamos en el tercer sábado, excluido agosto, y que íbamos a salir siempre, fuéramos los que fuéramos, poniendo los medios precisos para ello: coches particulares, microbús, autobús, y en ocasiones más de un autobús. A los cuatro que empezamos se nos fue uniendo gente, y para la tercera etapa ya íbamos catorce personas en el microbús de los Rufo y algún coche particular. En la Vuelta a Navarra tuvimos que contratar los servicios de un autobús de Arrizabalaga, con el que continuamos hasta el momento, con una media de participación de unas 45 personas. Nos suele parecer que somos siempre los mismos, pero en cierta ocasión, que le dió a Txema por llevar una relación de los participantes, se contabilizaron más de doscientas personas diferentes.

(Teles Hernández)

La Vuelta a Navarra.

Tras la Vuelta a Gipuzkoa, la Divisoria, y la Cañada de los Roncales llegó el reto de la Vuelta a Navarra. Hasta la fecha todos los anteriores recorridos estaban escritos y balizados, pero éste no. Cuarenta y dos etapas sin que hubiera nada escrito fue, sin duda, un proyecto atractivo, que creo que nos ha marcado un poco a todos los que a lo largo de cuatro años consecutivos mes a mes, hemos recorrido las zonas montañosas, del Pirineo y de los límites con Gipuzkoa y Araba, más conocidos, y los menos montañosos y menos conocidos de la Ribera o de Behenafarroa, y que, por cierto, han quedado recogidos en una publicación como guía para todo aquél que quiera animarse a realizarla. En estos más de diez años, además, continúa el milagro de llegar todos al autobús después de cinco o seis horas de travesía. Por desgracia, han sucedido también un par de acontecimientos luctuosos: la muerte de Juanjo Arcelus en el transcurso de la etapa entre el Col de Organbide y el Col de Sorzay de la Divisoria de Aguas en Octubre de 1994, o la de Santi Rodríguez en el verano del 98.

Urdaburu, nuestra Sociedad de Montaña.

Ha sido sin duda el factor determinante de esta trayectoria, actuando como elemento básico de cohesión en este proyecto. En una época en el que cualquiera dispone de medio de locomoción para poder ir al monte, las sociedades como la nuestra ofrecen la posibilidad de desarrollar actividades en grupo que de forma individual son más difíciles de realizar, más peligrosas y por supuesto más aburridas.

Los nuevos proyectos.

Estamos a punto de acabar la travesía que de forma paralela a la Divisoria de Aguas hemos realizado al sur de ésta por los montes de Araba y Navarra. Al finalizar la misma, tenemos intención de realizar la Vuelta a Errenteria por las mugas que están preparando Txema y compañía, y posteriormente nos estamos planteando realizar la Vuelta a Bizkaia. Como véis proyectos no nos faltan...

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