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BALERE BARRERO


CUANDO VEO DOCUMENTALES DE LA VIDA ANIMAL EN LA SABANA AFRICANA SIEMPRE QUEDO FASCINADO CON LAS GRANDES MIGRACIONES DE ÑUS CEBRAS, ANTÍLOPES, BÚFALOS INCLUSO, ELEFANTES QUE RECORREN MILES DE KILÓMETROS TODOS LOS AÑOS EN CIERTAS ÉPOCAS SIGUIENDO SENDAS INMEMORIALES. PARECE COMO QUE ESTUVIERA MARCADO EN SUS GENES Y NO PUDIERAN EVITARLO. EL MISMO FENÓMENO APARECE EN OTROS ÁMBITOS: LOS PÁJAROS, LAS BALLENAS, LOS SALMONES O LAS POCAS ANGULAS QUE AÚN QUEDAN. ES ALGO ATÁVICO PERO QUE TIENE SU EXPLICACIÓN CIENTÍFICO-BIOLÓGICA EN LA PURA NECESIDAD O SUPERVIVENCIA.

Cuando la especie humana entró en la historia de la ganadería, tuvo que adaptarse a esas migraciones y acompañar al ganado en las bajadas a los valles en invierno, para subir a las montañas en verano. ¡Seguro que las rutas que utilizaban ya existían desde antes! Esa cultura de pastores es la que ha dejado sus huellas en el territorio que frecuentaba. Sus construcciones son muchas veces megalíticas («grandes piedras») y se encuentran casi por los cinco continentes del mundo.

Ciñéndonos a Euskadi, los datos actuales son aproximadamente los del cuadro de la página siguiente. En él se puede apreciar claramente un reparto desigual, que no es sólo atribuible a la mayor extensión de Nafarroa.

Así como todo hecho humano evoluciona históricamente con el tiempo, este período que va desde el 4000 a.de C. hasta hace poco ha tenido diversas fases.

 

Bizkaia

Araba

Gipuzkoa

Nafarroa

Lapurdi

Behenafarroa

Zuberoa

Total

Dólmenes

68

64

129

430

76

35

12

814

Túmulos

49

91

77

247

18

54

61

597

Cromlechs

5

5

161

557

83

158

41

1010

Menhires

6

16

15

93

14

5

0

149

Totales

128

176

382

1327

191

252

114

2570

Los túmulos.

Son las primeras estructuras que se realizan con el simple apilamiento de piedras y otros materiales. El tamaño y forma diverge según la zona, el momento histórico y la cultura asociada. Pueden ser casi inapreciables a simple vista o notarse como un abultamiento en el terreno, de forma casi siempre circular, hasta verdaderas montañas con decenas de metros de diámetro y gran altura.

En nuestros recorridos, hemos tenido ocasión de verlos e incluso se ha pasado por encima de ellos. Cada uno puede recordar o revisar las fichas de nuestras excursiones para reencontrarlos.

Los dólmenes.

Es el típico monumento que todos tenemos en la mente con unas piedras verticales sosteniendo una horizontal. La realidad, como siempre, es más compleja, pues esas estructuras pétreas no serían visibles si la construcción estuviera intacta. Es más, serían difícil distinguirlas de un túmulo.

Por dolmen ("mesa de piedra" en bretón) debemos entender una cámara funeraria de forma variable, rectangular, poligonal o redonda constituida por piedras verticales limpias, pintadas o grabadas (ortostatos) sosteniendo una o varias a forma de tapa. Esa cavidad puede tener o no un corredor que lleve al exterior del túmulo que se erigía sobre la cámara, ocultando ésta.

Así pues, cuando se encuentran en otras latitudes grandes túmulos con varias cámaras en su interior, ¿cómo deberemos llamarlos? Por nuestros pagos la respuesta es más sencilla, pues la diversidad de construcciones es menor, siendo en la mayoría cámaras rectangulares orientadas en una dirección Este-Oeste, en las cuales el muerto era colocado "viendo" el amanecer. Un culto al sol, que viene bien con el nombre de Euskadi, compartido con otras muchas culturas: la egipcia o la japonesa, por ejemplo.

El tamaño de las cámaras también diverge, y podemos encontrar verdaderas salas con piedras gigantescas, donde cabremos de pie varias personas hasta poco más que un nicho, donde sólo puede meterse un cuerpo humano encogido. El suelo de la estancia puede estar cubierto por una o varias losas y haber pisos de enterramientos de diversas épocas, separados por losas. Las paredes laterales, también pueden ser de mampostería.

Recordar el dilatado tiempo que abarca esta época, ¡milenios!, y la diversidad de culturas y territorios que abarcaría. La vida era corta, existía contacto entre los grupos humanos, similitud de creencias, pero no por ello una clara definición de construcción material. Sin arquitectos ni planos, el asunto era construir una cavidad a resguardo donde depositar el o los cuerpos de los muertos.

Dibujo

Los cromlechs.

Parece una sofisticación en los ritos, con una labor más elaborada espiritualmente, pero menos cansada materialmente. Consisten en circulos o polígonos de piedras hincadas con tamaño variable, que encierran un área donde puede encontrarse una pequeña cámara (cisca) o no, y donde se esparcían las cenizas de los difuntos previamente quemados en alguna pira funeraria.

La distribución de estas construcciones es más restringida y existen teorías para todos los gustos en torno a ellas. Se encuentran por los Pirineos, pero en Gipuzkoa tienen una localización concreta, no pasando a otros territorios (¿otra cultura?). Los casos conocidos en Inglaterra y Bretaña se relacionan con calendarios astronómicos. Existe una ciencia, la Arqueastronomía, que elucubra y llega a resultados asombrosos. Incluso se habla de verdaderos mapas celestes formados con los agrupamientos de cromlechs pirenaicos.

Lo que sí podemos afirmar es que no todas las piedras del contorno son iguales ni en tamaño, forma ni, incluso, en material. Parecen existir direcciones elegidas y el entorno geográfico es determinante. Son construcciones fascinantes. Los lugares donde se erigen tienen algo que no nos deja indiferentes. Recordar Okabe con la famosa piedra que imita el perfil del Orhi, o las grandes piedras que parecen menhires en Mendiluze.

Los menhires.

Su época es incierta, así como su significado. En Bretaña se han encontrado tapas de dólmenes que son restos de menhires anteriores. También aparecen relacionados con los cromlechs.

La función de estas piedras clavadas es siempre fuente de controversia. Su tamaño varía desde el simple mojón a verdaderos obeliscos con decenas de metros de altura. La forma es casi siempre estilizada, son piedras elaboradas o, incluso, labradas. Pueden aparecer de forma individual, en grupos o en alineamientos de miles de ellos, como en Carnac (Francia) con hasta trece filas paralelas que recorren kilómetros en una dirección determinada.

Para algunos, se relacionan con el culto fálico al "linga"; para otros, son verdaderos faros que señalan los caminos (y así parece confirmarlo su localización); también hay quién los mete en el saco de la Arqueastronomía; y, por último, los que opinan que eran simples linderos territoriales. La verdad es que en diversos folklores se les relaciona con ritos paganos de fertilidad (la forma de algunos es indiscutible), y también se llega a atribuir su construcción al diablo.

Todos estos monumentos han sido considerados pecaminosos por la Iglesia Católica desde un principio, y hubo verdaderas campañas destructivas o de reconversión: son curiosas las cruces grabadas o erigidas sobre ellos. Pero se llega a cosas peregrinas, como edificar ermitas o iglesias sobre ellos o con ellos en su interior. Apropiación de tierra sagrada que recuerda el conflicto arabe-israelí.

Lo que a nosotros nos interesa de ellos es que son libros de historia únicos e irrepetibles. Cada vez que perdemos uno, nuestra memoria colectiva sufre un odioso ataque. En estos monumentos podemos encontrar información de nuestros antepasados: cómo eran, de dónde venían, su forma de vida, sus ritos, su cultura, etc.

Las construcciones también aportan datos sobre la técnica, el ingenio, manejo de herramientas, trabajo en grupo, colaboración, influencias entre comunidades, evolución... ¡Todavía es difícil creer que simples pastores incultos pudieran mover y dar forma a verdaderas moles pétreas para llevarlas a largas distancias!

El entorno donde vivían también puede conocerse por estudios del polen. Incluso se ha estudiado su dieta que era bastante equilibrada (sin vacas locas). No se tienen muchos datos de su hábitat, pues no deberían ser tan sólidos como estos monumentos funerarios. No olvidar que hablamos de una cultura de caminantes, que como nosotros en las excursiones, no necesitarían grandes equipajes ni lujos.

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